Cuando me despierto por la
mañana, noto que la camiseta se me ha levantado porque el brazo de
Charlie descansa sobre mi piel desnuda, me muevo con lentitud hasta
quedarme cara a cara con él. Veo sus pestañas entrelazadas y al
mirar sus labios veo que todavía tiene un franja rosada sobre el
inferior y pienso en todo lo que ha pasado esta mitad de verano por
mi culpa, por mi egoísmo.
La pelea entre dos primos, el corazón
roto de una chica, el abandono de una amigo... todo ha pasado por
querer algo con tanto deseo, todo por querer a Charlie.
-No puedo más -digo en un
susurro mientras deslizo los dedos sobre su mejilla. Acto seguido se
mueve levemente y me abraza contra él con más fuerza.
Pasan veinte minutos, hasta que
por fin Charlie se digna a despertarse.
-Buenos días Mili -dice con una
sonrisa.
-Buenos días -digo con
brusquedad apartándome de él y yendo al baño cuando salgo lo veo
tirado en la cama con los brazos estirados para arriba y las manos
detrás de su nuca.
Me dirijo a la mesita de noche
donde descansa mi teléfono móvil, me siento en la cama y busco en
la agenda el número de Chris.
-¿Qué haces? -dice apoyando la
mandíbula sobre mi hombro.
-Llamar a tu hermano quiero
volver a casa -digo levantándome y haciendo que su cabeza resbale y
caiga sobre la cama. Después de dos tonos Chris atiende la llamada.
-¿Rae? ¿dónde estás?
-Chris, fui a la ciudad con tu
hermano y el coche no arrancaba, ¿hay alguna manera de que nos
vengáis a buscar?
-Will dice que puede ir a
buscaros, le pedirá el coche a los Benet.
-Gracias.
-Ya sabes que es un placer.
-Y Chris.
-¿Sí?
-El final del verano es nuestro
-antes de que pueda contestar le cuelgo.
-¿Mili va todo bien?
-Ahora sí, nos vienen a buscar
así que vístete de una maldita vez -digo tirándole lo primero que
encuentro.
-¿A que viene eso?
-Ni que no actuáramos así
siempre.
-Creía que...
-¿Qué? ¿qué por ser verano
dejaría de molestarte? Eso nunca.
Hace una mueca extraña antes de
sonreír y tirarme uno de los cojines a la cara.
-Esta es la Mili que yo conozco.
Charlie se viste y acto seguido
bajamos a la recepción, me siento en una de las butacas y cojo una
revista, Charlie por su lado se pone a hablar con la chica de ayer y
así pasamos los treinta eternos minutos que pasan hasta que Will
viene a buscarnos.
-Buenos días, ¿cómo han ido
las compras?
-Bastante bien -dice Charlie
acomodándose en la parte trasera.
-¿Rae?
-Bueno se puede decir que me he
dado cuenta de varias cosas.
-No, que cuanto más rato paso
contigo más idiota te vuelves.
-¡Eeh! Eso duele.
-¿Está todo bien? -pregunta
Will mirándome un segundo antes volver la vista a la carretera.
-Sí, solo quiero volver a casa
y pasar el resto del verano con mi mejor amigo, todo lo demás ya no
importa.
Chris y yo paseamos por el
bosque sin decir nada. Hasta que repentinamente mi compañero se tira
al suelo.
-Túmbate -me dice mientras mira
el cielo. Le hago caso y lo dos descansamos bajo la sobra de un gran
árbol.
-Lo siento.
-¿Por qué?
-He sido una idiota todo lo que
llevamos de verano.
-¿A qué te refieres?
-Eres mi mejor amigo y no he
pasado nada de tiempo contigo por mi egoísmo.
-Rae, ¿qué ha pasado?
-Me he dado cuenta de que tu
hermano no me conviene, y que por mi culpa he hecho daño a mucha
gente.
-Así que a partir de hoy, este
es nuestro verano de nadie más, tu y yo solos contra el universo.
Chris alza su meñique listo
para entrelazarlo con el mio y los dos nos reímos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario