viernes, 20 de enero de 2017

Capítulo 20.

Verano
Charlie me espera junto al coche de Will, con los brazos cruzados y las gafas de sol puestas, se mira la pinta de los pies mientras mueve una piedrecita en el suelo.
-¿Nos vamos? - pregunto a su lado.
-Claro -abre la puerta del coche y le miro extrañada- le he pedido las llaves a Will, pesé que lo preferirías a ir en moto.
-La verdad es que sí, gracias -digo sorprendida de que lo recuerde.
Cuando llegamos a la ciudad entramos en varias tiendas de ropa hasta que encuentro lo que buscaba.

-¿Qué te parece? -le pregunto a Charlie mientras le enseño varias camisetas con dibujos divertidos.
-Muy de tu estilo.
-¿Qué quieres decir?
-Que siempre llevas el mismo tipo de ropa, pantalones, camisetas anchas y sudaderas a lo mejor podrías cambiar algún día.
-Lo dices como si no te gustara.
-No me malinterpretes prefiero que vistas como lo haces tu que verte con la ropa que llevan las crías hoy en día, solo digo que te podrías sacar más partido alguna vez.
-¿Cómo?
-¿Confías en mí como para elegir un par de modelitos?
-Sí, o eso creo.
-Bien.
Charlie anda por la tienda analizándolo todo, va recolectando algunas prendas y después de recorrer el establecimiento la pila de ropa ha crecido considerablemente.
-Aquí tienes -dice a mi lado, sin saber como me he quedado parada delante de un precioso vestido de fiesta- ¿por qué no te lo pruebas?
-No se -digo no muy convencida.
-Venga -coge uno de los vestidos y lo añade al montón- vamos.
Nos dirigimos a los probadores y Charlie pone toda en una silla, acto seguido empieza a separar la por prendas pantalones, faldas, camisetas y vestidos.
-Toma -me da una falda y un pantalón cada uno con una camiseta seleccionada.
Entro en uno de los probadores y me pongo el primer conjunto, sorprendentemente el estampado floreado de la falda coincide con el color de la camiseta. Abro la puerta y veo a Charlie muy entretenido mientras hace combinaciones.
-¿Cómo lo has hecho? -le digo algo confundida, al girarse se queda pasmado sin saber bien que decir- ¿qué?
-Nada, solo que no esperaba que te lo probaras lo primero, me gusta.
-A mí también, o eso creo.
-Siguiente -dice haciendo un gesto para que vuelva al probador.
Me pruebo los shorts con la camiseta que me a dado y vuelvo a salir, Charlie me vuelva a examinar antes de acercarse y hacerme un nudo en el bajo de la camiseta.
-Toma pruébate este -dice dándome el vestido de fiesta- oh y esto -me entrega otro conjunto- y esto otro -dice acabando de ponerme tres modelitos más.
Me pruebo todo y salgo cada vez para que vea como me queda, no dejo de reír al ver su cara de sorpresa cada vez que salgo, poco a poco la montaña de ropa va disminuyendo. Cuando me pongo el último conjunto que me ha dado salgo fingiendo que soy una modelo pero Charlie no está.
-¿Charlie? -echo un vistazo por la tienda pero no lo encuentro por ningún lado.
-¿Piensas comprarlo? -dice una voz detrás mio. Al girarme me encuentro con una chico alto de ojos azules que me sonríe.
-Em... no lo tengo claro.
-Deberías, estás muy guapa -noto como empiezo a ruborizarme.
-Mili, ¿qué haces? -Charlie se acerca a nosotros con otro vestido en la mano y una bolsa en la otra.
-Te estaba buscando.
-Ya lo veo -dice con un movimiento de cabeza dirigido al chico- toma -me da el vestido que acaba de coger y se sienta en una de las butacas.
Entro en probador después de dedicarle una sonrisa al chico de antes y me quito la falda y el top que llevaba. Empiezo a ponerme el vestido pero después de pasar la cabeza y parte del torso me doy cuenta de que no baja más, así que intento quitármelo pero se queda atascado y me quedo en un punto intermedio sin saber que hacer.
-¿Charlie? -no escucho respuesta alguna así que le llamo más fuerte- Charlie.
-¿Qué pasa Mili?
-¿Qué talla has cogido?
-No lo se, no me he fijado.
-Genial Einstein, ahora no me lo puedo quitar.
-¿Qué? -dice en tono cómico.
-Deja de reírte y entra aquí para ayudarme.
-Joder Mili si querías que te desnudara solo tenías que pedírmelo.
-Imbécil, sabes que olvídalo llama a una dependienta y que venga ella a ayudarme.
-¿Quieres hacer el ridículo delante de alguien más?
-No... Dios entra de una vez me duelen los brazos.
Escucho la puerta abrirse y acto seguido las manos de Charlie están sobre mis caderas.
-¿Qué estás...? -me empuja ligeramente hacia atrás y la puerta se cierra.
-No me dejabas entrar bien -dice razonando su comportamiento pero a pesar de ello sus manos no se apartan, sino que empiezan a deslizarse hacia arriba con lentitud, es entonces cuando noto que coge la tela del vestido y tira de ella con delicadeza por sin dejar de rozar mi piel. Cada vez noto como mi cuerpo queda más al descubierto y me sonrojo al pensar que Charlie puede estar examinándome con ojo crítico.
-¿Pasa algo? -digo cuando noto que ha parado.
-No -dice tan cerca de mi cara que su respiración choca contra mis labios. Da un último tirón hacia arriba y vuelvo a ser libre. Sus ojos miran a los míos fijamente antes de apartar la mirada y salir.
Me pongo la ropa con la que he venido y me reúno con él.
-¿Ya tienes claro lo que quieres?
-Creo que sí -cojo un par de conjuntos y vamos a la caja para pagar.
Cuando salimos, cada uno con dos bolsas ya que Charlie también se ha comprado unas camisetas lo dejamos todo en el coche y nos vamos a dar una vuelta hasta que se hace de noche. Entramos en el coche y Charlie pone la llave en el contacto pero después de intentarlo varias veces el coche no arranca.

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