Cuando abro los ojos siento la
respiración de Charlie contra mi cabeza y su olor me embriaga.
Acaricio su mano con mis dedos y poco después noto como se vuelven
prisioneros de los suyos.
-Buenos días -dice besando mi
frente. Levanto mi vista de su pecho y le miro a los ojos- ¿pasa
algo?
-¿Por qué te comportas de esa
manera?
-¿A qué te refieres?
-Me tratas diferente a hace unos
meses.
-¿Te molesta que te trate con
cariño?
-No es cariño, me has besado
repetidas veces y no sé por qué.
-Solo han sido dos besos sin
sentido, ahora deja de comportarte como una idiota -dice encarándose
con el ceño fruncido.
-No soy idiota, tú eres el
idiota -le grito. En el mismo momento en el que coge mi cara y me
besa. Le aparto son suavidad y nuestras frentes quedan juntas- eres
idiota.
-Tú eres la idiota.
-No me gusta este tipo de
relación, es un ni contigo ni sin ti.
-No es cierto sin ti no podría
jamás.
-No sé qué decir.
-¿Qué hacemos ahora? -pregunta
buscando una respuesta.
-Me... me gustaría hablarlo con
Chris, antes de darte una respuesta definitiva.
-Claro, -se queda callado un
momento antes de abrir mucho los ojos- ¡la casa!
Los dos corremos escaleras abajo
y nos dirigimos a la residencia de los Donovan para arreglar el
desorden de la noche anterior. Cuando entramos la casa está en
silencio, todos se han ido menos Chris e Izzy que están dormidos en
el sofá y Will que está en su habitación. Charlie me da una bolsa
de basura y entre los dos recogemos todos los vasos de plástico que
hay.
-Ayúdame a buscar -dice Charlie
entrando en la cocina.
-¿Qué buscamos?
-Nata, vamos a despertar a Chris
con... dulzura.
Miro en la despensa y encuentro
un bote de nata sin abrir, Charlie me lo quita y se llena la mano con
una gran montaña, espero a que vaya al salón para llenar mi mano
con una cantidad parecida y la escondo en mi espalda antes de salir
para ver la reacción de Chris. Me sitúo detrás de Charlie y veo
como Chris se despierta muy sobresaltado a causa del golpe y la nata,
haciendo
que Izzy también se asuste. Charlie me mira entre risas y
aprovecho ese momento para pringarle la cara entera con mi mano.
-No has sido capaz -me levanta
del suelo y restriega su cara contra la mía. Sin darnos cuenta Chris
ha ido hasta la cocina a buscar el bote y nos pringa enteros hasta
que los dos nos rebelamos contra él.
-¿Qué está pasando aquí?
-dice Will desde la escalera, los tres nos tiramos a por él y
acabamos todos llenos de nata. Hasta Izzy ya que Chris corre hasta
ella y la abraza manchándole la camiseta.
-Lo hemos recogido todo -dice
Charlie sonriente.
-Será mejor que nos demos una
ducha -dice Will mirando su ropa.
-Podemos usar los dos baños de
mi casa así tardaremos menos -digo mientras me limpio las manos en
los pantalones.
-Genial -dice Chris, yendo hacia
la puerta junto a Izzy. Les sigo sin decir nada más pero antes de
salir por la puerta Charlie me coge del brazo.
-¿Qué pasa? -pregunto con
normalidad.
-Habla con él, por favor.
-Lo haré -baja la mirada al
suelo y sin pesarlo le beso, me mira extrañado cuando me separo-
tenías nata en el labio.
-Ya claro, creo que tú te has
dejado un poco también -intenta besarme pero me aparto y me limpio
con el dorso de la mano.
-Lástima -digo dando media
vuelta. Chris espera en la puerta con Izzy, los veo muy acaramelados
así que decido esperar un poco más para hablar sobre Charlie. Vamos
hasta mi habitación para coger unas toallas, Izzy nos obliga a
ducharnos primero y eso hace que cuando salgo de la ducha Chris está
sentado en mi cama.
-¿Qué tal la noche?
-Bien, hay algo de lo que quiero
hablar contigo.
-Adelante.
-Tu hermano me ha pedido
salir...
-¿Y qué le has dicho?
-Que tenía que hablar contigo
primero.
-¿¡Qué!? Llevas desde verano
colada por él ¿y ahora dudas?
-No dudo, es solo que no quería
hacer nada sin saber que tú estés de acuerdo.
-Rae, yo solo quiero que tú
seas feliz, mi hermano no es un encanto la gran parte del tiempo pero
todo el mundo tiene sus cosas y si él te gusta ¿a qué estás
esperando?
-Ven aquí -le digo abrazándole
con fuerza.
-Ve, corre.
-¿Ahora?
-Sí.
-Gracias, Chris -salgo corriendo
con el pelo en la cara y la ropa más rara de todas pero tengo una
meta al otro lado de la calle, llamo al timbre y abre Will.
-Arriba, acaba de salir de la
ducha -subo los escalones de dos en dos y abro la puerta de la
habitación. Charlie está de espaldas y al escuchar la puerta se
gira corro hasta él y le beso al mismo tiempo que salto para que me
coja.
-Sí.
-¿Qué? -dice con la
respiración agitada.
-Qué sí, quiero que estemos
juntos -sonríe como un tonto antes de besarme de nuevo.
-¿Pero qué...? -dice Will
desde la puerta
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