Me siento al lado de un gran
árbol mientras no paro de pensar en cómo Will le estará contando
todo a Charlie y que cuando vuelva a casa nuestra relación cambiará.
Paso un tiempo llorando hasta que el cansancio me puede y me quedo
dormida. Al despertarme estoy sola, hambrienta y perdida, me esfuerzo
en intentar recordar el camino pero no era consciente de a dónde me
dirigía.
-¡Mili! -escucho a Charlie en
la lejanía.
-¡Charlie! -el sonido
desgarrador y desesperado que sale de mi garganta me sorprende hasta
a mí pero no paro y continúo gritando a la vez que me acerco a la
voz- ¡Charlie!
-¡Mili! -la voz cada vez suena
más cerca y cuando aparece delante mía corro
hasta que lo alcanzo, las lágrimas caen por mis mejillas cuando le abrazo.
-Charlie lo he pasado muy mal.
-Ven aquí -me abraza con fuerza
y suspira con calma- no vuelvas a hacer algo así ¿entendido?
-No volveré a hacerlo lo
prometo.
-Será mejor que volvamos, todos
están muy preocupados.
El camino de vuelta es
silencioso e incómodo, nos dedicamos a caminar en la misma dirección
hasta que Charlie rompe el silencio.
-¿Por qué te has ido?
-No quería estar presente
cuando te lo dijera.
-Lo único que me ha dicho es
que soy un ligón, cosa que ya sé.
-Olvídalo.
-No, quiero saberlo.
-Tiene miedo de perderme como
amiga -digo pensando una excusa.
-Eso es muy estúpido por su
parte.
-Lo sé por eso quería evitar
otra discusión, ahora necesito que me hagas un favor, no le puedes
contar nada de esto.
-Vale, no lo haré.
-Cambiemos de tema.
-¿De qué quieres hablar?
-¿De verdad quieres hablar de
ese tema?
-No la conozco y parece...
simpática.
-Simpática -lo repite con
gracia y eso me molesta.
-¿Qué pasa?
-Nada me ha llamado la atención,
es todo.
-Bueno cuéntame.
-No hay nada que contar es un
rollo de verano, todos los años pasa lo mismo nos vemos, nos liamos
un par de veces y seguimos con nuestras cosas, respecto a lo de
simpática no lo es.
-¿Qué quieres decir con eso?
-Charlie se adelanta y me doy cuenta de que ya hemos llegado.
-Mili esta tarde no hagas planes
quiero llevarte a un sitio -dice andando de espaldas
-Lo tendré en cuenta.
-Genial -se da media vuelta y
comienza a correr. La puerta de la casa no se cierra y por ella asoma
Will, que se acerca con lentitud.
-Gracias
por no decir nada -digo abrazándole, noto cómo se pone tenso así
que me separo con cuidado.
-De
nada -sonríe rápidamente y se marcha.
-Perdona,
no quería que te preocuparas.
-Casi
me causas un ataque al corazón.
-Ya
te he pedido perdón.
-Sí
pero quiero una recompensa, desde que estamos aquí no hemos hecho
nada juntos, así que esta tarde vamos a pasarla en el lago tú y yo.
-Esta
tarde no puedo Charlie quiere llevarme a no sé donde.
-¿Y
mañana?
-Mañana
perfecto todo el día tú y yo, solos contra el mundo.
-Genial.
-Me
muero de hambre.
-No
me extraña, vamos -Chris me acompaña hasta la cocina y me prepara
algo para comer mientras habla de tonterías.
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