domingo, 18 de mayo de 2014

Capítulo 15.

Sam está sentado en la cama poniéndose unos pantalones para dormir mientras yo rebusco en mi maleta y por toda mi ropa buscando mi pijama pero no está por ninguna parte, entro en el baño y encuentro una caja sobre el mármol que pone mi nombre, al abrirla encuentro una nota con el siguiente texto:

Esto te quedará mucho mejor ya nos lo agradecerás mañana”
Zoey y Misty


Al leerla me temo lo peor y levanto con miedo la delicada y transparente prenda que hay en el interior, es un corto camisón tan transparente como una bolsa de plástico, aunque el color negro intenta disimularlo, me lo pruebo y descubro que el camisón acaba de manera estratégica para que no llegue a verse mi ropa interior pero es demasiado provocativo.
-¿Sam, estás aquí?
-Sí ¿pasa algo?
-¿Puedes ir a buscar a May?
-Sí, claro -segundos después escucho la puerta cerrarse y tras esperar durante unos momentos May entra en el baño.
-¿Qué pasa?
-May tu hermana y Misty me han quitado los pijamas y me han dejado esto -digo enseñándole la prenda de ropa.
-Lo siento Eli, pero lo hemos hecho por tu bien -fue entonces cuando lo comprendí.
-Zoey.
-Sí, nos lo agradecerás lo juro, solo tienes que relajarte.
-Zoey por favor no me hagas esto.
-Eli, madura y arriésgate por una vez en la vida -Zoey sale con rapidez y no es hasta que voy a vestirme de nuevo que no me doy cuenta de que me ha quitado la ropa y ha dejado únicamente el camisón.
-¡Zoey!
-¿Eli? -dice Sam cerca de la puerta
-¡No entres! Ahora saldré.
-Vale.
Me pongo el camisón y respiro un par de veces frente al espejo hasta que me armo de valor y abro la puerta, no pienso y voy hasta la cama con rapidez, Sam está sentado mordiéndose las uñas cuando clava sus ojos en mí hasta el momento en el que me tumbo en la cama y finjo dormirme.
-¿Un día largo? -dice cubriéndome con las sábanas. No sé cómo lo hace pero siempre consigue hacerme sentir bien.
-Zoey y Misty me han quitado los pijamas -digo en mi defensa.
-Te prometo no mirar si no quieres -me giro y me quedo a escasos centímetros de su cara, sin poder evitarlo un torrente de emociones pasa por mi mente y
comienzo a llorar.
-Eli ¿qué pasa?
-Soy una mentirosa.
-¿Por qué dices eso?
-Es la verdad, te he mentido todo este tiempo, no soy quien digo ser.
-Eli, cálmate y cuéntamelo.
-Marlen no es mi hermana.
-¿Qué?
-Marlen es mi madrastra.
-¿Eso quiere decir que Robert Wayland es tu padre?
-Sí.
-Él no tiene hijos.
-No públicamente, mi padre se casó con Juliet Jones, mi madre, ella era... especial no le gustaba la fama pero al casarse con mi padre tuvo que aceptarlo, poco después se quedó embarazada y tenía decidido que no quería que yo me criara en un mundo como aquel, así que desapareció durante una temporada del radar hacía acto de presencia en las galas importantes y me dejaba con mi abuela, hace unos años un accidente de coche me la arrebató y eso me obligó a irme a vivir con papá, el resto ya lo conoces.
Sam coge una gran bocanada de aire y permanece en silencio, durante unos segundos eternos que decido dar por terminados.
-Di algo, lo que sea.
-Guau.
-Soy un desastre, no tendría que haberte dicho nada.
-¿Estás de broma?
-Mi padre me matará si se entera.
-Eli llevas demasiado tiempo ocultando la verdad y para ser sincero me alegro de que me lo hayas contado, eso quiere decir que confías en mí.
-Sam tienes que jurarme que no lo dirás jamás aunque tú y yo no estuviéramos juntos no puedes decir nada.
-Lo juro, pero tú y yo siempre estaremos juntos, no lo dudes.

-Gracias -cojo su cara entre mis manos y le beso con dulzura. Sus manos me obligan a situarme encima suya mientras recorren mi cuerpo de arriba a bajo sobre el camisón, cuando una de sus manos roza mi piel desnuda me aparto de golpe.
-Eli -es lo último que escucho antes de entrar en el baño- Eli, abre por favor, lo siento no pretendía que lo malinterpretaras.
Me lavo la cara con calma y respiro profundamente antes de salir, Sam estaba sentado contra la puerta y al abrir cae de espaldas al suelo, haciéndome reír.
-¿Qué haces ahí tirado?
-Esperarte.
-Lo siento -digo tirando de él para levantarlo.
-Ha sido culpa mía.
-No es verdad, la cosa es que todavía no he aprendido a reaccionar en este tipo de situaciones y solo te pido un poco de paciencia, hasta que me acostumbre.
-Te repito que me has malinterpretado, tu y yo seremos caracoles sin agua en toda esta situación hasta que tu quieras, ¿entendido?
-Sí.
-¿No te he escuchado?
-Que sí -Sam me levanta del suelo y me tumba en la cama con cuidado.
-Ahora toca dormir -besa mi frente y me abraza con dulzura antes de que me duerma.

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