-Hola, Eli.
-¿Qué haces aquí?
-Cenar con mi familia y los
Johnson.
-¡McKibben! -escucho gritar a
mi padre, ¿cómo demonios pretende que me lo lleve de aquí?
-Buenas noches señor Wayland
-Sam coge mi mano y me arrastra hasta la mesa de la que quiero huir.
-¿McKibben? ¿eres el hijo de
Marcus y Rose?
-Sí señor, Samuel.
-Fui a la universidad con tus
padres, soy Alexander Johnson.
-He oído mucho hablar de usted
en mi casa -el tono de Sam es educado y agradable, me resulta extraño
oírle hablar así.
-Veo que conoces a Beth -dice
Constance reparando en mi presencia.
-Sí del instituto -me mira y me
sonríe con dulzura. Veo la reacción de papá al darse cuenta de que
Sam es EL chico y me pongo algo tensa.
-Genial ¿por qué no te la
llevas por ahí? Parece un poco aburrida con nosotros -dice mi padre
mientras me miraba de manera cómplice.
-La verdad es que he venido con
mi madre y no puedo dejarla sola.
-No creo que le importe si te
vas con una chica tan guapa -dice Alexander mientras le golpea con el
codo en el vientre a Sam- además, la podemos sentar en la silla
libre.
-Está bien iré a preguntarle
-Sam suelta la mano que yo tanto estaba apretando sin darme cuenta,
se acerca a mi oreja y susurra- ahora vengo.
-Beth no me habías dicho que
tuvieras novio -dice Marlen una vez Sam está lo suficientemente
lejos como para que no nos escuche.
-Él no... no es... Sólo somos
amigos.
-No te creo -dice Constance- es
muy guapo y tú también.
-Beth es muy joven para tener
novio -dice mi padre en tono sobre-protector.
-Robert si no te conociera diría
que eres su padre -todos ríen por la broma excepto yo.
-Buenas noches -una mujer está
a mi lado junto con Sam.
-Rose -Constance se levanta y
vuelve a besar el aire ¿acaso tiene algún tipo de fobia a tocar la
piel de otras personas?
-Huyamos -me dice una voz junto
a mi oreja.
-Por favor.
-Nosotros nos marchamos -dice
Sam estrechándole la mano a los dos hombres que están en la mesa y
besando las manos de Marlen y Constance.
-Samuel -con un movimiento de
manos el chico agacha la cabeza junto a la de su madre y esta le
susurra algo inaudible para el resto de los presentes.
-Por supuesto, buenas noches.
Sam coge mi mano antes de salir
por la puerta y se quita la corbata anudada al cuello que lleva.
-¿Sabes que me has salvado? -me
dice mientras nos dirigimos a un puesto de comida rápida.
-¿Por qué?
-Odio las cenas con mi madre.
-Yo odio estas cenas también.
-¿Quiénes eran?
-Mi hermana y su marido.
-¿Creía que no tenías
hermanos?
-Marlen ha hecho más de madre
que de hermana.
-Oh, ¿y por qué te han
obligado a ir?
-Robert tiene algo importante
entre manos y van hacer el anuncio oficial de que Marlen está
embarazada.
-¿Entonces el que vas a
considerar tu hermano realmente es tu sobrino?
-Sí, se me hace raro decir que
voy a ser tía -digo sorprendiéndome de lo bien que he podido salir de esta situación.
-Siento haber hecho que te lo
perdieras.
-No, prefería no verlo.
Una vez compramos nuestra comida
vamos a la playa a cenar, está completamente desierta y es agradable
estar allí con tanta tranquilidad. Nos tumbamos sobre la arena hasta
que nos quedamos sin temas de conversación, en ese momento Sam se
pone en pie y comienza a desvestirse.
-¿Qué haces?
-Vamos al agua.
-Estás loco.
-Puede, pero vamos al agua.
-No pienso ir.
-Claro que si, por las buenas o
por las malas, tú decides.
-No serías capaz -maldigo esas
palabras en cuanto salen de mi boca. Sam me levanta sin problema y
comienza a caminar hacia el agua- ¡iré por las buenas!
Ya es tarde Sam está metido
hasta la cintura y estoy segura de que no me dejará en la orilla
para que me pueda desvestir, así que abrazo su cuello y simplemente
espero a que la enorme cantidad de agua cubra mi cuerpo por completo.
-Te odio -le digo tiritando pero
eso solo le hace reír.
-Ahora lo harás más todavía.
-¿Por qué? -Sam me hunde con
él por completo y el frío cala mis huesos con rapidez.
Al salir del agua ya no estoy
entre sus brazos y eso me da la oportunidad para intentar huir pero
Sam me atrapa y me obliga a girarme, antes de poder reaccionar estoy
entre sus manos un metro por fuera del agua. Sus ojos me miran
fijamente a la vez que me van bajando poco a poco, mis manos se
encuentran sobre sus hombros pero no las retiro cuando me deja de
nuevo en el agua, nuestras caras están a menos de un palmo de
distancia y mis ganas de sentir sus labios contra los míos son
increíblemente estratosféricas pero por el bien de nuestra amistad
me aparto de él y me dirijo a la orilla. Le escucho seguirme pero no
me detengo.
-¿Puedes llevarme a casa? Tengo
frío.
-Por supuesto quítate el
vestido, está empapado, y ponte esto -me entrega su chaqueta
mientras comienza a ponerse la camisa blanca que había tirado en la
arena antes de meterme en el agua, se enfunda en sus pantalones de
traje y se pasa la corbata por el cuello pero sin anudarla. Me quito
el vestido y me pongo la chaqueta con rapidez gracias a las medias y
a que la chaqueta es casi tan larga como el vestido, no se me ve nada
y eso me ayuda bastante.
El camino hasta el coche de Sam
es silencioso y largo, además de incómodo. Cuando llegamos Sam abre
mi puerta y me invita a pasar, antes de ocupar su lugar frente al
volante. Nos ponemos en marcha y el calor procedente del aire
caliente del coche hace que me entre sueño, hasta que escucho el
sonido de un teléfono.
-¿Puedes mirar qué quiere?
-dice Sam entregándome el aparato. Leo el mensaje “Tío, te
necesito fuera de la habitación esta noche (tengo tema)” y Sam
sonríe antes de decirme cómo contestar- No hay problema, disfruta.
-¿Dónde te quedarás esta
noche? -pregunto después de responder el mensaje.
-No lo sé, ¿puedo usar tu
sofá? -dice mirándome un instante antes de volver la vista a la
carretera
-Es muy pequeño -contesto.
-Oh, en ese caso ya buscaré
algo -maldigo por lo bajo por no haberme dado a entender mejor.
-Lo que quería decir es que...
yo... no me importa si... mi cama... -las palabras pasaban por mi
cabeza pero ningunas eran las adecuadas.
-Sí.
-¿No te importa?
-Creo que no -le vi sonreír por
el rabillo del ojo.
Cuando llegamos a mi casita del
bosque nos tumbamos en la cama con rapidez y nos quedamos
profundamente dormidos el uno al lado del otro.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Helloo!!! Pues aquí está el capítulo 8, no puedo decir nada con certeza pero la verdad es que esta historia se está alargando bastante, tengo planeadas muchas cositas que todavía no han pasado así que queda Sam para rato (UEEE!!!) bueno eso es todo.
Os quiero, besitoos!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario