domingo, 2 de febrero de 2014

Capítulo 1.

El timbre suena y me dirijo a clase subo hasta el segundo piso y entro con un gran grupo para pasar más desapercibida, me siento en una fila intermedia. Acto seguido veo entrar a un chico que me resulta muy familiar, se aproxima a mí y se sienta en la fila de delante mía. Dos chicas con las que he entrado se acercan a él y entablan conversación hasta que llega el profesor.
-Buenos días -dice con una sonrisa.
-Buenos días -contestamos a coro.
-No quiero que habléis de vosotros sólo quiero vuestros nombres, ya que haréis parejas y deberéis escribir una ficha de vuestro compañero, la entregareis a vuestras respectivas parejas cuando hayan pasado dos semanas para que sepan que pensáis sobre ellos pero antes de la semana que viene me la entregareis a mí.
-No da tiempo a conocer a alguien en una semana -dice el muchacho que tengo delante.

-¿Cómo te llamas?
-Samuel.
-Eres un chico listo Samuel ¿qué propones?
-Propongo que entreguemos las fichas antes de verano y la escribamos como si fuera una especie de diario con las cosas que vas aprendiendo de esa persona a lo largo de todo el curso.
-Fantástico ¿qué os parece?
-Es una gran idea -dice una de las chicas que ha ido a hablar con él, es rubia con el pelo largo y sedoso y unos labios carnosos y pegajosos por el pintalabios.
El profesor no pone ninguna pega y decimos nuestros nombres por el orden de pupitre. La campana suena poco después y la gran mayoría sale disparada hacia los pasillos yo espero un poco para poder hablar con mi tutor.
-Hola ¿puedo ayudarte con algo, eh...?
-Elisabeth pero mejor Eli.
-Eli ¿tienes algún problema?
-Es sobre el trabajo quiero saber si puedo hacerlo de mi misma.
-¿Has entendido que la dinámica del trabajo es conocer a tus compañeros?
-No soy estúpida, así que le agradecería que no me tratara como tal ¿se ha planteado acaso la posibilidad de que tenga un buen motivo?
-Yo juzgaré ese motivo.
-Nadie me va a preguntar sobre mí.
-¿Cómo lo sabes?
-¿Sabe usted cuántos amigos he hecho en los tres años que llevo aquí? -el profesor no contesta si no que espera mi respuesta- el mismo número de palabras que me acaba de decir, ninguno.
-A lo mejor este año es diferente.
-Ya, yo haré mi ficha gracias por su tiempo -salgo de clase pensando que he sido poco respetuosa y que tal vez deba volver a pedir disculpas pero en el pasillo me encuentro con Sam y lo único que quiero hacer es irme de ahí. Noto su mirada en mi nuca y mis pasos cada vez son más largos mientras paso por delante suya.
-Hey, espera -me coge del brazo y me obliga a girar.
-¿Qué aula buscas? -pregunto cortésmente
-¿Qué?
-El aula de matemáticas está en la planta de abajo, inglés es en el aula contigua a la nuestra y...
-No, yo... Quería saber de quién vas a hacer la ficha de clase.
-¿Qué?
-Sólo me preguntaba si querías que la hiciéramos juntos.
-No tiene gracia.
-No es ninguna broma.
-¿Por qué quieres hacerla de mí?
-¿Y por qué no? Me has parecido agradable, es todo -escucho el ruido de la puerta al cerrarse y veo a Michael, mi tutor.
-¿Qué pasa chicos?
-No quiero amigos por pena -le espeto. Me doy media vuelta dolida porque casi me creo que alguien se interesaba en mí.
-Chica, espera -Samuel no se rinde y me vuelve a hacer que le mire a la cara haciendo que me fije en él detalladamente. Cabello rubio, ojos claros, labios carnosos, bastante alto y delgado, en resumen un auténtico rompecorazones- ¿cómo te llamas? no quiero tener que llamarte más chica.
-Elisabeth.
-Eli, no se a que ha venido lo de amigos por pena pero no tengo nada que ver sea lo que sea.
-¿Por qué yo? Esta vez sé sincero.
-Me lo han pedido tres chicas y tu pareces diferente ¿aceptas mi invitación ahora?
-No lo sé.
-Si te decides te esperaré en mi habitación es la 316.
-¿Tiene que ser en tu habitación?
-¿Prefieres el jardín del centro comercial? -me quedo paralizada- eras tú la que estaba leyendo allí ¿verdad?
-Sí... -las piezas de mi rompecabezas encajan él era el chico del jardín por eso me resultaba tan familiar y por esa misma razón yo también le resulto interesante.
-Acepta mi propuesta, por favor.
-Está bien.
-Genial, si necesitas cualquier cosa estoy en la habitación...
-316, creo que lo recuerdo.
-Está bien nos vemos pronto -dice con una gran sonrisa antes de desaparecer por las escaleras.
Escucho ruido de zapatos y veo al grupito de chicas con el que he entrado a clase.
-Hola marginada -dice la rubia, no me doy por aludida ya que sería lo peor que podría hacer y continúo mi camino- te estoy hablando.
Me coge del brazo y tiran de él, noto las uñas postizas clavándose en mi piel y lucho por soltarme.
-¿Duele? -pregunta retadora.
-Sí, ahora suéltame.
-Aléjate de Sam.
-¿Quién? -pregunto haciéndome la tonta.
-Se te caía la baba por él hace dos minutos.
-No me acercaré a él ¿contenta? -me suelta y comienzo a irme con rapidez. Cuando salgo de su campo de visión comienzo a correr y miro hacia detrás para comprobar que no me siguen pero choco contra alguien.
-Perdona.
-Eli -me topo con los ojos verdes de Samuel- ¿qué ha pasado? -veo a las chicas bajar las escaleras y mirarme de manera escrutadora.
-¡Déjame!¡todo es por tu culpa! -le grito empujándolo pero él me coge de los brazos con fuerza.
-Eli.
-Me haces daño, suéltame -soy incapaz de mirarle a los ojos mientras las lágrimas se derraman atropelladamente por mis mejillas.
-¿Qué ha pasado? -pregunta una vez más, dirijo mi mirada hacia el grupo de chicas y Sam ata cabos solo. Me guía hacia los bloques de habitaciones y una vez allí me abraza con dulzura protegiéndome con su fornido pecho de todo mal.
-Quiero ir a casa -digo en un susurro.
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Hellooo!!!! Cómo va el finde??? Yo estoy muertísima pero resistiendo, aquí esté el capítulo 1. A lo largo de la semana subiré un relato para que no se haga tan larga la espera ;)
Muchos besitooos!!!!

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