-Bueno creo que no te queda otra
que creerme así que... -se acerca a mí y sitúa sus dedos sobre mis
sienes. Al instante noto la movilidad de nuevo por mi cuerpo así que
le golpeo la mejilla con fuerza.
-Eso por paralizarme -digo
enfadada.
-No lo sé, eso no me lo
esperaba.
-Quiero que lo conozcas todo
sobre mí y sobre esta parte de nuestra vida.
-¿No serás una especie de
Paris? ¿verdad?
-¿Paris? -pregunta algo
confuso.
-Sí, dicen que raptó al amor
de su vida a pesar de que ella no le quería.
-Eso no puede pasar porque tú
me quieres.
-¿Cómo estás tan seguro?
-El rubor de tus mejillas, el
continuo movimiento de tus pies, la manera en la que te tocas el pelo
-sus dedos recogen un trozo de mi cabellera y juegan con él-
¿quieres que continúe?
-No, mejor hablemos de todo eso
que me ibas a contar además, me gustaría contarte más cosas sobre
mí.
-Yo te escucharé encantado y me
gustaría que empezaras tú.
-La verdad es que tenía mis
dudas de si era normal o no. Mamá siempre me repetía lo especial
que era y ahora entiendo porqué.
-Tus padres sabían lo que eras,
ya que ellos también lo eran ¿nunca te lo comentaron?
-No, aunque la noche antes de
que... -la voz no me permite continuar pero Evan me entiende y no me
hace falta decir esa horrible palabra- mamá me habló de un secreto
de familia, algo que nadie podía saber pero no la escuché estaba
muy cansada y me quedé dormida poco después de decirme eso.
-¿Recuerdas si tu padre tenía
algún objeto de plata que no se quitara nunca?
-Tenía una pulsera fina de
plata con una pequeña “L” que colgaba de ella.-Entonces los dos
lo eran, en mi familia solo lo era mi madre.
-¿Qué fue de tu familia?
-pregunto al caer en la cuenta que nunca me ha hablado de ellos.
-Bueno mi madre murió cuando me
dio a luz y mi padre se refugió en el alcohol para intentar
superarlo, los padres de Jake me adoptaron poco después.
-Lo siento mucho no tenía ni
idea.
-No quería que lo supieras,
pero ahora no quiero tener secretos contigo por eso debo confesarte
que uno de mis dones es que toda persona que está cerca mía acaba
mal.
-¿Y eso qué quiere decir?
-Que me importas demasiado como
para que te pase algo malo, así que ahora más que nunca debes
alejarte de mí.
-No lo haré, es mi vida y
quiero estar cerca de ti.
-Pero no puedes no quiero que te
pase nada malo.
-Puedo cuidar de mi misma, Evan.
-No permito ni que Jake pase
mucho tiempo conmigo, por favor entiéndelo.
-No, te quiero.
Evan se acerca a mí y me besa,
impulsa su cuerpo hacia delante y caigo sobre mi
espalda el beso se
intensifica pero un fuerte ruido nos saca de nuestro mundo de
maravillas. Dos hombres altos han entrado por la puerta y se
aproximan a nosotros.
-Ahí lo tenéis -la voz de
Brian suena por detrás de los desconocidos, estos separan a Evan de
mí con facilidad y le golpean la cabeza haciendo que pierda el
conocimiento.
-¡Evan, no! ¿qué queréis?
-Sólo le quieren a él.
-Y a ti -añade el uno de los
asaltantes cogiéndome del brazo.
-Ella no entraba en el trato.
-¿De qué trato hablas? -dice
el otro mientras carga a Evan en su hombro.
-Suéltame animal, me haces daño
-le grito al gigante que tengo al lado.
-Estás mejor callada -noto un
pinchazo en el cuello y todo se nubla ante mí.
Al despertarme estoy en una sala
muy iluminada, miro a mi alrededor y veo a Evan atado por las manos a
una cuerda que cuelga del techo. Al intentar acercarme me doy cuenta
de que estoy en la misma situación.
-Evan -le llamo. Le veo mover la
cabeza algo desorientado y le vuelvo a llamar- Evan.
-Lilly -dice mirándome, mira la
cuerda enfadado e intenta soltarse, sin éxito- no debí acercarme a
ti.
-No es tu culpa.
-Sí lo es.
-¿Por qué lo dices?
-Saben lo que podemos hacer.
-¿Qué?
-Saben que tenemos poderes.
-¿Cuáles son los tuyos?
-El ilusionismo, la parálisis,
el teletransporte con objetos en los que estoy en contacto.
-¿Qué hay de mí?
-Telequinesi, es lo único que
conozco con certeza pero no tienen por que saber nada sobre ti.
La única puerta se abre y por
ella entran los dos gorilas de antes junto a Brian. Uno se dirige a
Evan y el otro viene hasta mí, sacan un par de cuchillos y liberan
nuestras manos. El hombre me agarra del brazo y me lleva al centro de
la sala junto a Evan.
-Empecemos Evan, ¿qué sabes
del siguiente elegido?
-Nada.
-No mientas -le gritan antes de
golpearle la cara con fuerza.
-Es la verdad -la mano de uno de
los hombres se aferra a su cuello con fuerza.
-Para, déjalo en paz, ya te ha
dicho que no sabe nada -le grito.
-Así que eres tú.
-¿Qué?
-Por eso te protege, él lo sabe
pero tu todavía vives en la ignorancia.
-Eso es mentira, soy el elegido.
-Mientes de nuevo.
-Es cierto tengo el don de la
curación.
-Probémoslo -el hombre saca una
pistola de la cintura y apunta a Evan con ella.
Veo como el dedo comienza a
presionar el gatillo y al escuchar el sonido me abalanzo sobre Evan.
El dolor en mi pecho es insufrible y al tocar la zona de mi corazón
mis dedos quedan manchados de rojo.
-No, Lilly -Evan me tumba sobre
su regazo y veo sus lágrimas caer por sus mejillas- ¿por qué? ¿por
qué lo has hecho?
-Porque te quiero, y recuerda no
es un adiós es un hasta pronto.
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Hello!!!! publico hoy y el próximo capítulo el LUNES porque no quiero morir, espero que quitando el final os haya gustado. Muchos besitooooos!!!!
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