Tras
una larga noche llena de sueños extravagantes me levanto por la
mañana y me preparo para ir al instituto. Una vez lo tengo todo cojo
mi mochila y me pongo los cascos con la música a todo volumen.
Mientras camino hacia el instituto el Sol golpea mi tez clara y me
deslumbra a causa del brillo.
-Maldita
sea, ¿por qué no habrá nubes? -digo para mí. Repentinamente la
luz del ambiente desciende notablemente y al mirar el cielo las nubes
lo cubren casi por completo.