martes, 10 de septiembre de 2013

Las perdidas pueden ser ganancias

Estoy en casa de Susan mientras se acaba de vestir para irnos al centro comercial.
-Ya estoy -dice saliendo del baño de su habitación- ¿te gusta? -pregunta girando sobre sí misma.
-Me encanta -digo sonriente.
Vamos a Londres a comprar algunas cosas y dar un paseo por sus calles. Susan es mi mejor amiga y siempre que le pasa algo me propone ir a Londres para hablar.
-Emma, me han aceptado en Harvard.
-Eso es genial -digo sonriendo, aunque en realidad sé que sin Susan las cosas cambiarán mucho.
-¿Recuerdas cuando te organice la cita con Sam? -dice inocente
-Sí.
-Es que no quiero que estés sola y pensé que con un novio será diferente.
-No necesito un novio para ser feliz.
-Eso pensaba yo antes de conocer a Mark.
-Es cierto ¿qué pasará con él?
-También lo han aceptado.
-Genial -digo intentando sonreír- ¿cuándo te vas?
-En dos semanas.
-Bueno disfrutemos mientras podamos -digo con una enorme sonrisa.
-Sí.
Después de unas compras Susan regresa a casa pero yo decido quedarme. Camino por las calles de Londres con tranquilidad, el cielo cubierto de nubes negras me indica que en pocos minutos lloverá. Me bajo el gorro de lana que llevo y sigo caminando, la lluvia empieza a caer con fuerza y no tarda en calarme hasta los huesos. Me acerco al arcén y busco un taxi para poder volver a casa. Un enorme autobús pasa por mi lado en ese momento y me arranca el gorro de la cabeza. Veo un taxi libre y dudo en si coger el gorro o no, si lo cojo perderé taxi pero si no lo cojo perderé mi gorro preferido, decido ir a buscarlo ya que no encontraré otro. Me giro con decisión pero choco con alguien. Me separo un poco y le miro la cara.
-¿Emma?
-Sam -las palabras de Susan me vienen a la mente y no aguanto más. Las lágrimas caen por mis mejillas y se camuflan con las gotas de agua.
-¿Es tuyo? -dice enseñándome el gorro de lana de color verde oliva.
-Sí, gracias -extiendo la mano para cogerlo pero Sam me frena y me lo pone con cuidado sobre la cabeza.
-Así mejor -dice con picardía.
-Bueno me voy a casa -digo sonriendo
-¿Me dejas invitarte a un café? -dice algo tímido.
-Claro.
Dicen que las perdidas pueden ser ganancias, y esta puede ser una gran ganancia.
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Hello!! esto no es un capítulo pero me apetecía escribir un relato y... aquí está.
Me encanta cuando los colores se definen así. 
Claro porque te sobra la cabeza cuando estás con él (tonterías que han dicho las primeras lectoras)
EchoHotel LimaUniformLimaOscarNovember ;D

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