sábado, 28 de septiembre de 2013

Eres así, no cambies por los demás. Parte 1.

Camino por los pasillos ensimismada en mis pensamientos hasta que escucho voces.
-Pues he oído que esa friki está pillada por ti -dice una voz familiar.
-¿En serio? -pregunta Jonathan. No me hace falta verle la cara para saber que esa voz pertenece al chico del que llevo dos años enamorada en secreto.
-Sí ¿no es increíble? -dice una tercera voz.
Sin poder evitarlo me asomo ligeramente al pasillo y veo a Kyle y a James pero Jonathan está espaldas a mí.
-Esa rarita cree que tiene posibilidades contigo.
-¿Por qué decís que es rara? A mí no me lo parece -dice mi caballero de brillante armadura.
-¿En serio lo preguntas? Se pasa todos los patios sola leyendo o escribiendo en esa libreta azul, es de lo más siniestro sobre todo cuando mira a la gente fijamente.
-A lo mejor es una escritora en potencia.
Las carcajadas retumban por los pasillos y me golpean como si de un martillo se tratara, ya que por la descripción sé que hablan de mí, una lágrima cae sin poder evitarlo.
-¿Qué hace todavía aquí? -me pregunta una profesora sobresaltándome.
Las carcajadas cesan y escucho pasos acercándose.
-Yo no he estado aquí -digo antes de salir corriendo escaleras abajo.
Salgo del edificio con rapidez y las lágrimas resbalan por mis mejillas atropelladamente, me escondo en un callejón cercano y espero unos minutos hasta que me calmo y decido ir a una librería. Paso un hora entre libros hasta que me pongo en marcha hacia casa. Llego a las cuatro al lugar que llamo hogar y a juzgar por el silencio no hay nadie, así que me dirijo a la cocina y leo una nota pegada a la nevera con un imán.

La cena está en la nevera volveré mañana a las siete. Dejamos el maratón de American Horror Story para otro día.
Te quiere, Mamá”

Arrugo la nota y la arrojo a la basura, subo a mi cuarto y me pongo el pijama para estar más cómoda y porque sé que no me voy a ir a ninguna parte. Bajo las escaleras y pongo la música a todo volumen ya que resulta imposible molestar a los vecinos porque no tenemos.
La canción de Fall Out Boy, Young Volcanoes, retumba en las paredes y no puedo evitar cantarla a todo pulmón. Salto y bailo por los pasillos de mi casa hasta que mi corazón no se para ni un segundo y mi respiración es irregular.
Tras unas horas disfrutando de mi soledad decido sacar mi cena de la nevera, hoy toca lasaña de espinacas, la meto en el microondas cuatro minutos. Una vez lista levanto la primera capa de pasta y devoro las espinacas, no sin antes bañarlas en la deliciosa salsa bechamel. Después de acabar con las espinacas junto la pasta de nuevo como si fueran las hojas de un libro y las parto con el tenedor a cachos.
El último bocado esta sobre el plato y estoy a punto de cogerlo cuando llaman a la puerta, dudo unos instantes antes de llevármelo a boca. El timbre vuelve a sonar y no me da tiempo a acabar de masticar así que abro la puerta y delante mía veo a Jonathan...
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Hellooo!!! Como va todo???? se que queréis el capítulo pero el otro día escribí esto y tenía ganas de subirlo así que en breves subiré la segunda parte y el capítulo 8. Espero que os guste.
Muchos besitooos!!!!

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