Cuando me despierto por la
mañana estoy abrazada a Connor, levanto la cabeza levemente para
poder ver su cara. Sus ojos siguen cerrados y eso me permite mirarlo
hasta que sin previo aviso los abre, cierro los ojos lo más rápido
que puedo y espero que no me haya visto. Sus dedos comienzan a
acariciar mis mejillas con delicadeza y es entonces cuando noto que
se está moviendo, podría ser el momento para fingir que me
despierto. Abro los ojos con lentitud y me encuentro con la cara de
Connor a escasos centímetros, sus ojos están cerrados y sus labios
buscan los míos pero no puedo permitir que me bese así que bajo la
cabeza y sus labios besan mi frente, se separan con rapidez.
-Aimee ¿estás despierta?
-pregunta. Abro mis ojos con lentitud y finjo sorprenderme por estar
abrazada a Connor.
-Perdona yo... -digo sentada en
la cama.
-No importa -dice sonriendo como
siempre.
-Será mejor que desayunemos y
volvamos a la carretera.
-Sí, será lo mejor.
Nos comemos unos cereales y nos
vestimos con lo primero que encontramos para poder emprender nuestro
camino cuanto antes. No tenemos más comida así que tendremos que
parar a comer en alguna cafetería.
El día pasa rápido y de
momento no parece que los cazadores nos persigan así que estamos
tranquilos. Encontramos otro motel y nos quedamos a pasar la noche en él. Otra vez nos toca dormir en la misma cama, aunque a mí ha dejado
de importarme el dormir juntos. Esta vez no hemos dado nuestros
nombres verdaderos, por lo que pensarán que sólo somos unos críos
jugando a ser mayores.
Nos tumbamos en la cama y Connor
comienza a hablar.
-¿Aimee, crees que tu madre
querrá ayudarme? -dice pensativo.
-Sinceramente no lo sé, pero lo
intentaremos.
-¿Por qué accediste a ayudarme?
-dice mirándome fijamente a los ojos.
-¿Y por qué no?
-No me vengas con esas, Aimee.
Necesito saberlo.
-No lo sé, creo que tengo la
esperanza de que veas que no es agradable perseguir a los ases para
arrebatarles su posesión más preciada.
-Mi padre me dejó con mi abuelo
para que fuera cazador porque él estaba harto de huir de los
cazadores y quería algo mejor para mí.
-¿Y tu abuelo? ¿No te contó
jamás por qué quiso que tu padre fuera un as?
-Me dijo que cuando eres cazador
parece que tu vida está vacía, no hay nada. Quiso que mi padre
tuviese algo mejor, algo más reconfortante pero después papá dijo
que ser un as es llevar una vida huyendo de los cazadores y quiso una
vida mejor para mí. Es una pescadilla que se muerde la cola, no hay
más.
-Sabes mi madre me dejó con mi
abuela porque ya no tiene don y cree que así no estaré en peligro
ya que a ella no la buscan. Lo que no sabe es que me da igual el
peligro porque la echo de menos, lo peor de todo es que no puedo
pedirle que vuelva Nueva York conmigo, sería muy egoísta por mi
parte -una lágrima silenciosa cae por mi cara y desaparece entre mis
cabellos- perdona no sé a qué ha venido todo esto.
-Ven aquí -dice Connor abriendo
sus brazos, no me lo pienso y me lanzo a ellos sin poder evitar que
las lágrimas sigan cayendo- Ha sido un momento de confesiones, ahora
intenta dormir -dice acariciándome la espalda de arriba a abajo.
-Gracias.
-¿Por qué?
-Por escucharme, necesitaba a
alguien que me entendiera y tú has estado cuando me hacías más
falta.
-En ese caso gracias a ti
también, necesitaba hablar de mi padre con alguien y tú me has
escuchado.
Mis ojos todavía acuosos
empiezan a cerrarse sin que pueda evitarlo, la voz de Connor me
embriaga y eso hace que me duerma con más rapidez no sin antes
empezar a escuchar lo que me está diciendo.
-Aimee creo que me... -me
adentro en el mundo de los sueños y no escucho nada más.
Me despierto temprano veo a
Connor dormir plácidamente y dejo que siga así hasta que estoy
preparada para volver a la carretera. Una vez lista me acerco a él y
le observo unos segundos antes de soplarle en la oreja, eso hace que
abra los ojos con brusquedad y me mire algo asustado.
-Buenos días dormilón,
prepárate hoy con suerte llegamos a San Francisco.
-Genial -dice adormilado- iré a
vestirme.
Se levanta y se mete en el baño,
mientras tanto decido hacer recuento del dinero que tenemos.
-Aimee ¿crees que podríamos
tomarnos un par de días de relax en San Francisco? -dice Connor
saliendo del baño.
-Bueno depende qué propongas
puede que sí, la verdad tenemos más dinero de lo que me esperaba
así que no veo porque no.
-Perfecto -dice con una sonrisa
en sus labios. Lo que más me sorprende es que esta sonrisa es
diferente a la de siempre tiene algo distinto es más amable y no tan
pícara. Su sonrisa se desvanece y el desconcierto aparece en su
cara, demasiado tiempo mirándole me digo para mí misma.
-Cuando lleguemos podemos ir a
la playa -digo intentado distraerle.
-Sí, pero necesitamos
bañadores.
-Pues pararemos a comprarlos
antes.
-Estoy deseando llegar -dice
como un niño pequeño que desea ir a Disneyland.
Retomamos el camino y un par de
horas después de parar a desayunar llegamos a San Francisco.
----------------------------------------------------------------------------------------------------
Hello!!!
Bueno si todo va bien y la entrada se ha publicado ya estoy en Barcelona!!! La verdad es que ya tengo ganas de que leáis lo que pasará en San Francisco así que publicaré prontito el siguiente.
Pd. Feliz día de mirar el vaso medio lleno!!!! Disfrutad.
Muchos besitos :)
Has acertado, quiero saber que pasa en el siguiente cap :3
ResponderEliminarEscribes bastante bien eh? :)
Besoos!!^^