Voy a una tienda cerca de casa y
compro algo de comida y bebida ya que vamos a tardar casi tres días
en en llegar hasta San Francisco. Cuando lo tengo todo subo a casa y
lo repartimos todo en las dos mochilas que nos llevaremos. Una vez
nos aseguramos de tenerlo todo, dos veces, nos dirigimos a la puerta,
pero en el momento en que poso mi mano en el picaporte unos golpes
suenan desde el otro lado. Me quedo quieta no se que hacer pero
Connor se asoma a la mirilla y me susurra unas palabras a la oreja.
-Actúa con naturalidad, yo me
esconderé e intenta que se vaya rápido de aquí.
-Vale -digo en un susurro.
Connor desaparece en mi habitación y yo abro con tranquilidad.
-Hola -dice una voz varonil
delante mía. Es un chico alto y fuerte con el pelo rubio y unos ojos
azules preciosos.
-Hola -digo intentando que no me
afecte su perfección al hablar.
-Estoy buscando a Connor.
-¿A quien? -pregunto haciéndome
la tonta por completo.
-Aimee pónmelo fácil ¿donde
esta?
-¿Como sabes mi nombre?
-Connor te ha puesto en peligro
no seas tonta y entregamelo.
-Se ha ido.